Las medidas que realizamos sobre cambios de luz del entorno pueden verse afectadas por la cantidad de luz ambiente que en ese momento haya en el lugar en donde se realiza la medida.

Si hacemos un programa que mide variaciones de luz y estabamos trabajando de dia y con sol, ese programa probablemente no funcionará cuando trabajemos de noche y con luz artificial.

Para evitar eso, cuando un sistema sensorizado arranca es común ejecutar una rutina de calibración de los sensores, que permite conocer cuales son los valores máximo y mínimo de la lectura para el instante de funcionamiento actual.

Calibrar un sensor no es más que conocer su rango de medida en unas condiciones determinadas.  Ese rango de medida cambia en función de las condiciones ambientales.

Una rutina de calibración se escribe normalmente:

1. Poniendo los sensores a trabajar en un extremo, por ejemplo el máximo y almacenando el valor que aportan.
2. Luego, poniendo los sensorea a trabajar en el extremo contrario (el mínimo) y almacenando el valor que aportan.
3. Finalmente, con la función map se realiza el escalado de estos valores a valores internos del programa que sean universales para todas las condiciones de trabajo